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12 Septiembre 2019

Lema pastoral curso 19-20


¿Y si continuamente retumba en nuestro corazón las palabras del Santo de Asís?

“Comencemos, hermanos, que hasta ahora poco o nada hemos hecho”

¿Otra vez? Cada vez... siempre. Porque son las palabras de quien no se contenta con la mediocridad sino que desea ponerse continuamente en la presencia de Dios para hacer su voluntad. Cuando parece que ya todo está conseguido, nuestro corazón nos recuerda que siempre es necesario comenzar.

Otra vez, pero no solos. Porque solo es posible mostrar el rostro de Jesús al mundo (ser +) cuando estamos unidos, cuando vivimos como hermanos. Eso ya lo sabes, has tenido un curso completo para descubrir cuánto puede ser posible si dejas “con otros” que Dios haga en vosotros.

Y la misión continúa, la gente espera una noticia que dé sentido a sus vidas, a sus esperanzas, a sus inquietudes. El mundo espera que alguien se la juegue por ellos, el mundo está sediento de amor... pero de amor del bueno, del auténtico, del que se deja la piel, del que arriesga a fondo perdido. La gente está sedienta del amor de Dios. Y tú también.

Sublema
X AMOR

Estamos convencidos de que es “unidos” es posible. Pero también estamos convencidos de que solo será posible si descubres que Dios, “x amor”, es capaz de cualquier locura. Descubrir que Dios te ama y que “x este amor” entrega su vida es la llave que abre cualquier barrera que esté conteniendo tu entrega a otros. En serio, Dios ha puesto tantas cosas en ti que ni siquiera eres capaz de imaginarlo. Y todo eso está en ti, esperando salir para que otros conozcan también este amor tan inconmensurable.

Nadie ama como Él, pero nosotros debemos intentar imitarle. Hasta ahora no hemos hecho todavía nada. Empecemos, pues, a hacer algo.

(Sabiduría de un pobre, Eloi Leclerc)

Pues eso, “empecemos” a imitar a Jesús en amar... La misión pasa por despertar todo eso que merodea en tu interior y que irá tomando forma a medida vayas entregándolo “x amor”. X AMOR... todo. Sin AMOR... nada.

Y todo es todo, es estudiar, renunciar, perdonar, es respetar y hacerse manso, es cuidar y luchar por otros, es hacer la vida fácil y soportar el dolor con alegría, es ser libre y responsable, es compartir y partirse y entregarse...

Elementos gráficos
COMPOSICIÓN, LEMA Y SUBLEMA.

La composición del cartel tiene una estructura similar al del curso anterior. Una imagen central con un fondo blanco, mezclando imagen con ilustración y como texto, el lema y el sublema del curso. Pero si nos fijamos, el dinamismo del cartel cambia de dirección: si el curso pasado el cartel se construía de fuera a dentro (una manos completaban una TAU con piezas de colores), este año el cartel se compone de dentro a fuera: un mensaje de amor despierta en nosotros todas las posibilidades de amar y unas flechas direccionan toda esa entrega a cada lado del cartel transformándolo en diferentes cruces en forma de TAU.

El lema da continuidad por su tipografía pero esta vez en rojo, el color de la pasión y la entrega, de la vida que se derrama: del que vive X AMOR.
La llamada sigue siendo la misma, clara y contundente: ¡HAZLO POSIBLE! Haz posible que Dios obre en ti su misión. ¿Cómo? X amor. El amor de Dios es el que hace posible en ti la vida y la misión. Y “ x amor” te corresponde a ti ser mensajero de Dios para otros.

El sublema está compuesto con una tipografía manuscrita y muy “viva”. Nos recuerda que la misión “se va haciendo con la propia vida”, que no para, siempre en movimiento. La amplitud del trazo nos acerca a “una firma” como de un enamorado que muestra sus intenciones: X AMOR. Esta es la invitación: a hacer posible la misión por amor.

UN MENSAJE AL CORAZÓN:

El mensaje de Dios no es cualquier mensaje. Es el mensaje más transformador que podemos recibir. Es un mensaje que podemos recibir de mil maneras distintas. Si preguntaras a mil personas distintas cómo descubrieron que Dios les amaba profundamente, cada una te contará su propia experiencia y cada experiencia será única. Por eso no exageramos: el mensaje de amor de Dios es personal y único. Pero si en algo estamos de acuerdo es que es un mensaje que llega a nuestras vidas por otros (otros que ya han experimentado su amor). Sabemos que es de Dios porque nos transforma, porque ya no podemos vivir obviando que nos sabemos amados, porque el amor de Dios nos remueve y ya no podemos vivir sin desear imitar ese amor para otros.

Es un susurro al corazón. Es un susurro cercano y directo. De ahí que la imagen central sea “un susurro”, al oído, cercano y directo, es un gesto de ternura y confianza (porque debes fiarte de Dios y de aquel que te habla en nombre de Dios).

Un susurro que provoca asombro (¡de verdad Dios puede amarme tanto!) y despierta en nosotros todo lo que podía estar dormido. En la imagen, el personaje central tienen en su cabeza muchos símbolos que representan muchas de esas capacidades que Dios ha puesto en nosotros y que comienzan a tomar forma cuando experimentamos el amor de Dios: entregar tiempo (reloj de arena), vivir la paz (paloma), servir (toalla y jarra), “partirse” (pan), ayudar (flotador), escuchar (oído), ser justo (balanza), aconsejar o corregir (Bocadillo), tocar/tender la mano (mano)... y muchas más cosas, porque X AMOR, todo.

UN MENSAJE A OTROS CORAZONES

Y cuando uno es amado, la única respuesta posible es amar. Todo lo que se mueve dentro, sale fuera. ¡El amor de Dios tiene que ser conocido por todos! Esa es tu misión: hacer que otros conozcan y experimenten el amor de Dios, susurrar a otros con cercanía, ternura y confianza.

Pero, ojo, volvamos a Francisco:

Mira, evangelizar a un hombre es decirle: “Tu también eres amado de Dios en el Señor Jesús”, y no sólo decírselo, sino pensarlo realmente. Y no sólo pensarlo, sino portarse con este hombre de tal manera que sienta y descubra que hay en él algo de salvado, algo más grande y más noble de lo que él pensaba... (Sabiduría de un pobre, Eloi Leclerc)
La misión es hablar a otros del amor de Dios, es creer que ese otro es amado de Dios y transmitir con tu vida que ese otro es objeto del amor de Dios. Vivir esto es imitar a Jesús en amar pero también imitar a Francisco en su estilo de evangelizar.

De este modo, las flechas en el cartel muestran que el amor experimentado sale fuera para ser transmitido a otros de un modo particular: al estilo de Francisco. Por eso el símbolo de la misión es la TAU, es Jesús mismo y su estilo de vida que toma forma en la vida de Francisco, de los franciscanos, ... en tu vida. Y los símbolos se multiplican en cada TAU. Cuando ponemos en juego el amor, el amor se multiplica, tenlo seguro.

El amor se multiplica X AMOR.